Un ritmo distinto. Piet Mondrian (1872-1944) amaba el mar. Nacido en Amersfoort, en unas tierras bajas que han robado parte de su territorio al mar, se dio cuenta de que este le ofrecía un ritmo diferente, distinto al medido y calculado, que determinaría su concepción de la pintura en forma de ritmo visual. La exposición. Guiada por el rumor de las olas, esta exposición digital se adentra en los ritmos musicales de Piet Mondrian, en lo que escuchaba, en sus amigos músicos, en aquellos compositores en los que influyó, y en su teoría musical. Un entusiasta del jazz. A Mondrian le apasionaba el jazz. En su estudio de París siempre sonaba el gramófono y en esa época también se apuntó a clases de bailes de salón. Más tarde, en Estados Unidos, se interesó por los estilos musicales en boga, especialmente por el boogie-woogie, que bailaba con un estilo muy particular. De músicos y teósofos. En 1909 Mondrian pasó a formar parte de la Sociedad Teosófica de Mme. Blavatsky, un espiritualismo esotérico que influyó en numerosos artistas y compositores de su época. El intercambio de ideas con amigos como el teósofo y compositor Jakob van Domselaer fueron determinantes para él. Resonancias. El pintor influyó en muchos otros compositores, como Thelonious Monk, Morton Feldman, Louis Andriessen, Iannis Xenakis o Karel Goeyvaerts. También en algunos artistas vivos como Sándor Vály, que ha realizado piezas estrechamente ligadas a su pintura como esta que puede verse en la exposición. |